
- 1 junio, 2019
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- Posted by: Dra. Karla Andrade
Círculos con la pelvis, los ochos o el infinito son algunos movimientos para ayudar al bebé a descender por la pelvis y facilitar la dilatación. La danza del vientre durante el embarazo te enseña cómo se hacen, te pone en forma y es divertida. Es la mejor preparación al parto, sobre todo, ¡porque lo recordarás el día P!
¿Por qué hacer danza del vientre durante el embarazo?
Todas sabemos lo importante que es hacer ejercicio de forma regular durante el embarazo, para evitar un parto prematuro, para reducir el riesgo de complicaciones en el parto y para mejorar la recuperación posparto.
La danza del vientre es un ejercicio estupendo en cualquier momento, pero lo es especialmente si estás embarazada porque trabaja la musculatura específica y moviliza la pelvis para que el parto sea más fácil y más rápido. ¡Además es divertida y muy sensual!
Beneficios de la danza del vientre
– Movilización de la pelvis. Lo que yo llamo «desmoldar al bebé» es ayudarle a bajar por la pelvis moviéndola de forma asimétrica, es decir, primero a un lado, luego al otro, de delante hacia atrás… Es igual que desmoldar un bizcocho de un molde irregular, que primero apretamos de un lado y luego de otro, porque la pelvis, amiga mía, no es un tobogán, sino más bien una carretera comarcal, estrechita y con curvas.
La danza del vientre enseña a hacer estos movimientos con la pelvis de forma más amenaque con una rutina en consulta; y seamos sinceras, es más fácil que lo practiques en casa.
– Control postural. La postura ideal para bailar danza oriental es erguida, creciendo por la coronilla, la pelvis en posición neutra y las rodillas un poquito flexionadas. Vamos, la postura que siempre deberíamos mantener para no lesionar nuestro suelo pélvico, abdomen y zona dorso-lumbar. ¿Sabes que se tonifica más el suelo pélvico con esta postura que con los ejercicios de Kegel? Hay vida más allá de la contracción – relajación…
– Tonificación abdominal. Mantener la pelvis en posición neutra, hacer círculos con ella o el camello, por ejemplo, son algunos de los movimientos más frecuentes en danza del vientre e implican a los abdominales profundos, de manera que trabajamos la musculatura que sujeta al bebé durante el embarazo y la encargada de los pujos durante el parto.
– Activación del suelo pélvico. Mantener la columna alineada creciendo por la coronilla y la pelvis neutra, además del trabajo específico abdominal, ejercita sin darnos cuenta el suelo pélvico y sin lesionarlo.
– Masaje para el bebé. Los movimientos de la pelvis y el abdomen durante la danza del vientre, se trasmiten al útero, provocando un suave masaje al bebé a través del líquido amniótico y la modificación del espacio. Es como acunarle durante el embarazo!
– Ayuda a descender al bebé durante el parto. Ya sabes que la pelvis es irregular, por lo que hay que ayudar al bebé a ir descendiendo por ella mientras dilatas; los movimientos de la pelvis y de las piernas de la danza oriental, son estupendos para que el parto sea más rápido y más fácil. Puedes usar por ejemplo, los ochos, los círculos, el infinito o los «golpes de cadera con la pierna bonita».
– Beneficios del ejercicio físico. Activa la circulación, controla el peso, mejora la capacidad cardiovascular, potencia la autoestima, estimula la conciencia corporal…
Hoy tienes a tu alcance múltiples técnicas y actividades físicas para prepararte al parto, dirigidas a controlar el dolor, a ayudar a nacer a tu bebé y a reducir las complicaciones. La danza del vientre es una de las menos conocidas, aunque por sí sola es de las más completas.