- 11 marzo, 2019
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- Posted by: Dra. Karla Andrade
Tener sexo con un compañero del sexo masculino podría afectar el equilibrio de las bacterias en la vagina –lo que podría poner a las mujeres en riesgo de infecciones. A esta conclusión llegó un estudio publicado en la revista PLOS ONE.
Las comunidades bacterianas en las vaginas saludables tienden a ser dominadas por un tipo de bacteria. Las mujeres con altos niveles de otras bacterias tienden a sufrir más de infecciones del tracto urinario, o incluso dar a luz prematuramente. No está claro, sin embargo, si las bacterias son una causa de estos problemas o consecuencia de los mismos.
Para averiguar si la actividad sexual puede afectar y modificar el microbioma vaginal y potencialmente, la salud de la mujer, científicos del Centro de Salud Sexual Melbourne, en Australia, analizaron las bacterias que vivían en las vaginas de 52 voluntarias. A cada mujer se le pidió obtener muestras de su vagina (mediante torundas) cada tres meses por un año, y además mantener un registro de todas las relaciones sexuales durante el mismo año. Igualmente, debían anotar el tipo de sexo que tuvieron, y si usaron condón o no durante el acto. Todas las mujeres eran estudiantes jóvenes, y 19 de ellas no habían experimentado nunca un acto sexual con penetración.
Pasado el año, el equipo analizó y comparó las muestras con los tipos de bacterias halladas en cada una de ellas. Resultó que, las mujeres que tuvieron sexo penil-vaginal sin protección eran mucho más propensas a tener el microbioma dominado por las especies Gardnerella vaginalis y Lactobacillus iners. Aquellas que tuvieron relaciones sexuales del mismo tipo por primera vez, también presentaron tales cepas. Esto sería una mala señal para la salud vaginal, en tanto que ambas especies han sido vinculadas a la vaginosis bacteriana, una condición poco comprendida que ocasiona flujo anormal y mal olor.
Según dijo Janneke van de Wijgert de la Universidad de Liverpool en el Reino Unido a Newscientist, el sexo penil-vaginal no es siempre malo para la vagina. Para la experta, es probable que el microbioma se adapte a la bacteria presente en el miembro de un compañero permanente. El riesgo, dice, viene al tener sexo con un nuevo compañero, dado que esto disparará una respuesta inmune contra la nueva bacteria, causando inflamación.
Si bien hay actualmente científicos trabajando en el desarrollo de probióticos que puedan restaurar una comunidad saludable de bacterias vaginales, para Van de Wijgert, hay formas de prevenir y proteger el microbioma vaginal: están los anticonceptivos hormonales y el uso de condones, los que protegerán a la vagina tanto de enfermedades de transmisión sexual (ETS) como de otros tipos de bacterias.