
- 21 noviembre, 2018
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- Posted by: Dra. Karla Andrade
La revisión periódica de peso, talla, presión arterial, visión y audición forman parte de las recomendaciones generales de prevención. Pero en el caso de las mujeres, la exploración ginecológica, al menos una vez al año, es fundamental para prevenir el cáncer de mama o de cuello uterino.
Además de la autoexploración mamaria, es aconsejable realizar una revisión ginecológica y mamaria una vez al año. Dentro de la revisión ginecológica destacan dos pruebas: la citología vaginal o prueba de Papanicolau y la mamografía, aunque otras técnicas también son importantes.
Diagnóstico por la imagen
El cáncer de mama es el más frecuente de todos los que hoy día afectan a la mujer. A pesar de los constantes esfuerzos y avances conseguidos, en los últimos años se ha visto un incremento en el número de casos; aunque algunos son debidos al aumento en el diagnóstico, otros son atribuibles a un aumento en la incidencia.
La mejor arma de que se dispone para luchar contra el cáncer de mama es el diagnóstico precoz. Cuanto más precoz sea éste, más posibilidades de curación habrá.
Debido a ello es importante contar con buenos métodos de diagnóstico para intentar descubrir las lesiones mamarias antes de que sean palpables por la mujer, y así poner en práctica el tratamiento lo antes posible.
En la actualidad, las técnicas de diagnóstico por la imagen más usuales son: mamografía, ecografía, resonancia nuclear magnética y las técnicas de medicina nuclear.
Mamografía
La mamografía constituye el método fundamental en el diagnóstico y seguimiento de la patología de la mama. Aunque es el método más seguro, hay algunas lesiones que no son visibles debido a su tamaño reducido o por las características del tejido mamario de cada mujer. Para ayudar a disminuir el número de lesiones que no se diagnostican, y para aclarar algunos de los casos dudosos de la mamografía, hay otras técnicas, sobre todo la ecografía mamaria y la resonancia nuclear magnética.
Desde hace unos años se están llevando a cabo programas de detección precoz (screening) de cáncer de mama en los que la herramienta de diagnóstico es la mamografía, quedando el resto de técnicas para los estudios que deban ser completados. En estos programas de diagnóstico precoz se realizan mamografías cada dos años en mujeres de entre 50 y 69 años, ya que estas edades son las de mayor riesgo.
Mucho se ha hablado del riesgo de irradiación de la mamografía sobre mujeres sanas pero, con los mamógrafos actuales, la dosis de radiación recibida es inferior a la que se recibe al realizarse una radiografía de tórax convencional. Y, por supuesto, el beneficio que se obtiene con un diagnóstico temprano es importante.
Ecografía
La técnica de diagnóstico por la imagen más utilizada para ayudar a la mamografía es la ecografía, ya que ésta aclara algunas dudas que puede plantear la mamografía; sin embargo, con el avance en los medios técnicos, está dejando de ser sólo una ayuda y se viene utilizando más de forma independiente en el diagnóstico de la patología mamaria.
La ecografía es una exploración que no irradia, que resulta muy útil en mamas con abundante tejido fibroso y glandular y para realizar biopsias de las lesiones sospechosas que sean visibles por esta técnica, ya que también en su caso no sirve para verlo todo. En la actualidad no hay ninguna técnica de diagnóstico por la imagen que lo vea todo, pero con la asociación de varias, cuando es necesario, sí que se llega a ver casi todo.
Resonancia nuclear magnética
Otra técnica disponible hoy día es la resonancia nuclear magnética. Actualmente, su utilidad más importante está en las mamas operadas, ya que en ocasiones dificultan otras técnicas: la cicatriz, las mamas que llevan prótesis y en algunos casos en que con la mamografía y la ecografía a veces quedan dudas. Entre sus inconvenientes se puede destacar que se trata de una técnica cara y que no es tan accesible como la mamografía y la ecografía, ya que todavía hay pocos equipos distribuidos.
Técnicas de medicina nuclear
La medicina nuclear ayuda en el diagnóstico de la patología de mama con las siguientes técnicas: La gammagrafía mamaria, poco utilizada actualmente debido a que no aporta mucha más información que las otras técnicas.
La linfogammagrafía es útil antes de realizar una intervención por cáncer de mama para estudiar los ganglios linfáticos que pueden estar afectados por la enfermedad.
La PET (tomodensitometría por emisión de positrones), que ayuda en el estudio de las características de los tumores y su extensión al resto del organismo.